Aceptar lo que soy, aceptar lo que eres
Aquí, en este
espacio sagrado que es mi alma, dejo caer las máscaras que me cansaron. Dejo caer las palabras que lastimaron, los juicios que me encarcelaron, las
dudas que me consumieron.
Acepto el
temblor de mis lágrimas, porque son el río que limpia el alma, la fuerza que me
devuelve a la vida. Acepto mis miedos, mis heridas, mis noches oscuras, porque
también ellas me enseñaron a buscar la luz.
Y en este
silencio que me abraza, reconozco a quien más he necesitado: a mí misma, con
todos mis fragmentos, con mis luces y sombras, con mi historia escrita en el
corazón.
Aceptarme es un
acto de valentía. Es un acto de amor que me invita a soltar el peso que llevo
cargando.
Es el permiso sagrado para sanar, para crecer, para ser libre.
Y te veo a ti,
en tu propia lucha, en tu propio caminar. Te veo y te entrego este abrazo,
sincero y sin condiciones, porque también mereces ser aceptado con amor.
Que estas
palabras sean un puente hacia ese encuentro, esa reconciliación que tanto
necesitamos.
Aquí se cierra este viaje, no con un adiós, sino con un abrir de brazos, con un
corazón que late fuerte y pleno, dispuesto a amar y ser amado.
Escrito propio L.C 2025
Para Dualidad: un proyecto que emerge
desde mi propia carencia, transformando la ausencia en aprendizaje y guiándote
en la construcción de tu verdadera riqueza.
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